A la hora en la que la mayoría
de niños ya duermen, en los alumnos de Corea del Sur aún están en las aulas. Esto
no significa que estén estudiando para algún examen, es una rutina diaria de
estudio. Los alumnos surcoreanos no tienen bastante con asistir a sus clases
obligatorias sino que la mayoría de ellos asiste a sesiones de refuerzo por las
tardes, por tanto, para esta gran mayoría su jornada lectiva alcanza más de 14
horas diarias. Pero esto no es todo ya que además han de realizar sus deberes y
esto implica más de 3 horas diarias. Los que aun les “sobra” tiempo se dedican
a emplearse en disciplinas extraescolares como el deporte, cultura, artes…
La educación surcoreana
tiene un altísimo grado de exigencia esto desencadena en unos excelentes
resultados, pero en la mayoría de los casos los alumnos padecen problemas como
la ansiedad, el miedo al fracaso, estrés, aislamiento… y esto es muy grave
porque puede desencadenar en suicidio.
Pero, ¿Qué es mejor, la
calidad de vida o la excelencia educativa?
No hay que ser tan
radicales como los surcoreanos, existe un término medio y este es vivir bien
teniendo una buena educación. No es tan difícil de llevar una rutina en la que
se compagine el estudio y el tiempo libre. Una persona tiene que tener sus
horas de estudio diario y también es bueno que disfrute de un tiempo de ocio y
descanso porque así su cuerpo y mente trabajaran mejor. Si dedicas 14 horas
diarias al estudio, como es el caso de los surcoreanos, tu mente acaba saturada
y no resultas del todo eficiente. Los seres humanos tienen que desarrollar sus
capacidades y, además defender sus derechos como personas.
Aquí adjunto el vídeo:http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=CNyK58Yokxs#t=7
Jésica Andrés Hernández
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