miércoles, 30 de octubre de 2013

Sesión 30 de Octubre

Hoy en clase de didáctica hemos visto el vídeo  “la modernidad liquida” de Zygmunt Bauman un vídeo muy interesante y actual que trata sobre la sociedad en la que vivimos. El vídeo trataba lo siguiente:
Los líquidos no conservan su forma durante mucho tiempo y están constantemente dispuestos a cambiarla, esta idea sirve como metáfora para hablar de la sociedad actual. El problema que existe en nuestra sociedad es que es “una realidad liquida” en la que es muy difícil pronosticar como se va a desarrollar.  Por tanto, hace que nos sintamos impotentes al no saber qué hacer. Si una persona no sabe cómo se va a desarrollar una cosa nunca va a poder tomar medidas de precaución para problemas futuros.
Zygmunt Bauman dice: “es como si todo estuviera patas arriba si comparamos con la época de hace 150 años”. En esa época todo era mucho más sólido y más organizado (modernidad solida, pero en la actualidad ocurre todo lo contrario (modernidad liquida). Día tras día estamos en una encrucijada en la que existen muchos caminos y no sabemos cuál será el mejor,  esto es provocado porque vivimos en una época de cambios constantes (tiempos líquidos).
El problema que existe es que en un entorno tan fluido hablar de compromiso a largo plazo no parece natural, la gente joven crece en medio de esta situación y su preocupación no es la misma que la que tenían los jóvenes de hace unas décadas. La única preocupación que tienen los jóvenes actuales es poder experimentar lo suficiente para no dejar de lado ninguna oportunidad que se les plantee y mantener abiertas todas las alternativas. Los jóvenes de hoy en día son competitivos y quieren siempre ser mejor que el de al lado, por eso su única inspiración no es solamente buscar un empleo para toda la vida y quedarse “estancados”. Bauman pone un ejemplo: a una chica de 19 años se le preguntaba cuáles eran sus planes de vida, ella respondía que deseaba una vida rica en experiencias y conocimientos. Dijo claro también lo que no quería y era ser como su padre, un profesor que llevaba 25 años en el oficio. El problema es que este ejemplo no es una excepción, es real. La mayoría de jóvenes esperan una vida de cambios y nuevas vivencias. La cuestión planteada en el vídeo sobre este tema es: ¿la gente joven creó el mundo líquido o fue el mundo líquido el que creó esta expectativa?
Otra idea defendida en el vídeo es el “síndrome de la impaciencia”. Se conoce el concepto de “síndrome de la impaciencia” como un estado de ánimo que considera como condenable el gasto del tiempo. En nuestra sociedad predomina el consumismo, definido como el breve goce de las cosas y no como la acumulación de éstas. Desde esta visión se ve a la educación como un producto más que como un proceso. Pero esta concepción es un reto que hay que vencer, la educación debería de ser una acción continua de la vida y no debería de estar dedicada exclusivamente al conocimiento de las habilidades técnicas.  
Lo importante es formar ciudadanos que recuperen sus derechos para que así sean capaces de controlar su entorno en un futuro. Cuando el mundo se encuentra en constante cambio la educación debe de ser rápida para adaptarse a este. Esto es la educación liquida, saber adaptarse rápidamente a los cambios de la sociedad.

Tambien hemos hablado sobre el artículo “crisis del capitalismo y educación pública” de Cesar Cascante. Desarrolla tres ideas a lo largo del artículo: educación para todos durante toda la vida, libertad de elección y la teoría del capital humano (la educación no es un derecho, es una inversión), a partir de estas ideas constituye la educación como a concepto de capitalismo. 





Jesica Andrés Hernández


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