Hoy en clase de didáctica hemos visto
el vídeo “la modernidad liquida” de Zygmunt Bauman
un vídeo muy interesante y actual que trata sobre la sociedad en la
que vivimos. El vídeo trataba lo siguiente:
Los
líquidos no conservan su forma durante mucho tiempo y están constantemente
dispuestos a cambiarla, esta idea sirve como metáfora para hablar de la
sociedad actual. El problema que existe en nuestra sociedad es que es “una
realidad liquida” en la que es muy difícil pronosticar como se va a
desarrollar. Por tanto, hace que nos sintamos impotentes al no saber qué
hacer. Si una persona no sabe cómo se va a desarrollar una cosa nunca va a
poder tomar medidas de precaución para problemas futuros.
Zygmunt
Bauman dice: “es como si todo estuviera patas arriba si comparamos con la época
de hace 150 años”. En esa época todo era mucho más sólido y más organizado
(modernidad solida, pero en la actualidad ocurre todo lo contrario (modernidad
liquida). Día tras día estamos en una encrucijada en la que existen muchos
caminos y no sabemos cuál será el mejor, esto es provocado porque vivimos
en una época de cambios constantes (tiempos líquidos).
El
problema que existe es que en un entorno tan fluido hablar de compromiso a
largo plazo no parece natural, la gente joven crece en medio de esta situación
y su preocupación no es la misma que la que tenían los jóvenes de hace unas
décadas. La única preocupación que tienen los jóvenes actuales es poder
experimentar lo suficiente para no dejar de lado ninguna oportunidad que se les
plantee y mantener abiertas todas las alternativas. Los jóvenes de hoy en día
son competitivos y quieren siempre ser mejor que el de al lado, por eso su
única inspiración no es solamente buscar un empleo para toda la vida y quedarse
“estancados”. Bauman pone un ejemplo: a una chica de 19 años se le preguntaba
cuáles eran sus planes de vida, ella respondía que deseaba una vida rica en
experiencias y conocimientos. Dijo claro también lo que no quería y era ser
como su padre, un profesor que llevaba 25 años en el oficio. El problema es que
este ejemplo no es una excepción, es real. La mayoría de jóvenes esperan una
vida de cambios y nuevas vivencias. La cuestión planteada en el vídeo sobre
este tema es: ¿la gente joven creó el mundo líquido o fue el mundo líquido el
que creó esta expectativa?
Otra
idea defendida en el vídeo es el “síndrome de la impaciencia”. Se
conoce el concepto de “síndrome de la impaciencia” como un estado de ánimo que
considera como condenable el gasto del tiempo. En nuestra sociedad predomina el
consumismo, definido como el breve goce de las cosas y no como la acumulación
de éstas. Desde esta visión se ve a la educación como un producto más que como
un proceso. Pero esta concepción es un reto que hay que vencer, la educación
debería de ser una acción continua de la vida y no debería de estar dedicada
exclusivamente al conocimiento de las habilidades técnicas.
Lo
importante es formar ciudadanos que recuperen sus derechos para que así sean
capaces de controlar su entorno en un futuro. Cuando el mundo se encuentra en
constante cambio la educación debe de ser rápida para adaptarse a este. Esto es
la educación liquida, saber adaptarse rápidamente a los cambios de la sociedad.
Tambien hemos hablado sobre el artículo “crisis del capitalismo y educación pública” de Cesar Cascante. Desarrolla tres ideas a lo largo del artículo: educación para todos durante toda la vida, libertad de elección y la teoría del capital humano (la educación no es un derecho, es una inversión), a partir de estas ideas constituye la educación como a concepto de capitalismo.
Jesica Andrés Hernández